Insomnio

Es la falta anormal de sueño y dificultad para conciliarlo que se sufre en el momento en que corresponde dormir.

El insomnio tiende a incrementarse con la edad y afecta a cerca del 40 por ciento de las mujeres y 30 por ciento de los hombres. El insomnio incluye no sólo la dificultad para dormirse (esto se llama insomnio de conciliación o inicial) pero también despertarse muy temprano y no poder volver a conciliar el sueño (insomnio de mantenimiento del sueño), despertares frecuentes, y despertarse sintiéndose no descansado.

Los síntomas del insomnio incluyen somnolencia, fatiga, disminución del estado de alerta, concentración pobre, rendimiento disminuido, depresión durante el día y la noche, dolores musculares y un estado demasiado emocional. El insomnio temporal puede ser provocado por estrés, enfermedad, dolor, dieta, medicamentos y trastornos de los ritmos circadianos. Cuando los síntomas ocurren más que unas pocas veces a la semana y afectan el funcionamiento diario, la persona debería consultar a su médico. Los expertos dicen que el insomnio crónico tiene un riesgo de mortalidad mayor que fumar, presión alta y enfermedad cardíaca.

El tratamiento para el insomnio puede incluir medicamentos y estrategias conductuales.  Las estrategias conductuales son:

• Restricción del sueño - sólo dormir en la cama y sólo quedarse en la cama cuando se está durmiendo (dormirse en los 25 minutos siguientes a acostarse);
• Control de estímulos - reservar el dormitorio para dormir y tener sexo solamente;
• Técnicas de relajación;
• Evitar la cafeína y el alcohol;
• Terapia cognitiva conductual con la ayuda de un psicólogo.

Según las causas del insomnio se divide en primario y secundario

Insomnio Primario

El insomnio primario es insomnio que no puede atribuirse a alguna otra causa, es un insomnio crónico. Se estima que el 10% de la población tiene insomnio primario.

Los mecanismos fisiopatológicos subyacentes al insomnio primario son usualmente desconocidos, y los practicantes médicos tratan el insomnio directamente. Los investigadores del sueño creen que la sobre-excitación, irregularidad del ritmo circadiano, y desregulación homeostática subyacen al insomnio crónico. Pero como tema práctico para los médicos, los pacientes sólo quieren una buena noche de sueño.

La primera línea de ataque para el insomnio primario es casi siempre libre de drogas. Una buena higiene del sueño es siempre recomendada, y aquellos que sufren de noches sin dormir reciben consejos para dar una mirada a sus prácticas en la cama. A menudo bajar la temperatura del aire en el cuarto es todo lo que se necesita para facilitar un dormir sin quiebres.

A menudo se ve la declaración: el insomnio no es una enfermedad; es un síntoma. Esto es para alentar a los lectores (pacientes, proveedores de servicios de salud, etc.) para que busquen la causa subyacente al insomnio, que a menudo es otra enfermedad. Los médicos distinguen entre "insomnio primario" e "insomnio secundario". El insomnio secundario es verdaderamente considerado un síntoma o un efecto colateral de otro fenómeno en el cuerpo, pero a menudo el insomnio en sí es considerado el problema principal, la cuestión principal que vale la pena atacar y tratar. Cuando el insomnio es considerado una enfermedad en sí mismo, no un efecto de alguna otra etiología, es llamado insomnio primario.

El insomnio crónico - insomnio que dura un mes o más - es considerado a menudo insomnio primario. Los médicos atacan el insomnio directamente (antes que como una "causa subyacente" desconocida) para ayudar al paciente a alcanzar una mejor calidad de vida.

Insomnio secundario

El insomnio secundario es un resultado de otras causas - enfermedad, drogas (incluyendo cafeína y alcohol), preocupación excesiva, dolor, etc. La depresión es la causa principal de insomnio secundario. Si el médico y el paciente pueden descifrar la enfermedad subyacente, su tratamiento es a menudo más productivo que atacar el insomnio directamente. Muchos depresivos empiezan a dormir mucho mejor tan pronto como comienzan a tomar medicamentos antidepresivos, aunque esos medicamentos no tienen efecto sobre el patrón de sueño de personas no-deprimidas. Los medicamentos para el dolor a menudo producen somnolencia como un efecto secundario. Esto es más obvio con los fuertes medicamentos opiáceos para el dolor, y el opio ha sido reconocido por milenios como inductor del sueño. (Efectivamente, la morfina se nombró así por Morfeo, el dios del sueño). Medicamentos para el dolor de venta libre menos fuertes a menudo son mezclados con antihistamínicos.

Las causas del insomnio secundario incluyen estrés, artritis, y beber demasiado café. El insomnio es una secuela de otro problema. El insomnio secundario es más común que el insomnio primario.